Ha sido un capricho, lo reconozco. Recién llegado a casa y he dicho: "Me lo merezco, ponte un vinilo que te guste y te deje buen cuerpo y una cervecita fresca". Vale, la cerveza no era cualquiera y eso ayuda, una Erdinger bien tirada por supuesto.
El ritual de lo habitual consiste esta vez en sacar el disco y limpiarlo un poco, ha cogido bastante polvo, me pregunto por qúe si es de los que más suelo escuchar ¿para qué sirve la electricidad estática?
Primer trago: ocho minutos y pico de una instrumentalización sublime, introducción del disco, hasta llegar a la primera parte cantada de esta "Shine on you, crazy diamond" dividida en IV partes y un total de 13 minutos y medio. Que a su vez, tendrá continuación con tras V partes más al final del disco casi a modo de coda. Gran canción, y una de sus mejores me atrevería a decir.
La cara A se completa con otro trago, "Wellcome to the machine", sintetizadores y crítica por doquier.
Para comenzar la segunda cara "Have a cigar" continúa con el tema de la industria musical en cuanto a su letra, pero musicalmente me parece la "tapada" del disco, es una grandísima canción con la guitarra de Roger Waters a un nivel superior. Lástima que inmediatamente después la cerveza vuelva a inclinarse con los pelos de mi brazo de punta, al reconocer los primeros e inconfundibles compases de "Wish you were here". Aquí David Gilmour lo borda y crea una de las mejores canciones de la historia, vaya novedad ¿verdad? no me la he jugado mucho, pero lo que es, ES. Aunque gran parte de la letra sea de Waters (como todo el disco) continúa con el concepto del álbum, creo que merecería un capítulo a parte para ella sola. Concepto que, aun siendo amplio, podría decirse que habla o está dedicado a su anterior cantante, guitarrista y compositor Syd Barret y sus problemas varios, entre ellos con las drogas, que le llevaron a abandonar la banda. Pero también tiene mucho de autobiográfico y crítica social.
La anécdota curiosa se produjo con la visita imprevista de Syd a los estudios durante la grabación.
Para terminar este álbum de 1975, lo mencionado más arriba, partes V-IX de "Shine on you, crazy diamond" redondeando así esta magnífica pieza del rock progresivo, cuatro canciones dignas de cualquier colección que se precie.
xxx 9,5-10 xxx
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